A pesar de todas las fotos que he visto, mientras un coche me lleva al que sera mi hogar los proximos tiempos, se que no hay foto que pueda expresar las sensaciones de la que me inunda este lugar.
Todo es denso, pleno, abundante, excesivo. Hasta el aire parece denso de respirar. Y la infinitud de sensaciones de pegan en tu piel, como se impregna el sudor y la humedad,... densos.
Todo se amontona en un orden caótico, la carretera desleida en sus bordes, esta habitada por coches de lujo, zigzageando entre los que son casi chatarra,de familias al completo subidos en asombroso equilibrio sobre una moto, de manadas de bicicletas con colegiales uniformados conduciendolas, 
... y en ls bordes de la carretera, derramandose en ella, perros despistados, montones de arena, arroz a secar, niños jugando, basura quemandose, adolescentes charlando, figuras talladas en piedra, gallinas tan pasmosas como las figuras, 
gasolina en botellas de vozka, todo tipo de objetos manteniendo el equilibro sobre la cabeza de cuerpos elegantemente estirados, puestecitos de olorosa comida, …todo espolvoreado entre vegetación frondosa y flores …todo envuelto en humedad, calor e incienso..todo es denso… y me arropa.
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UBUD: HIERBA SANADORA
Se que he venido aquí a sanar. No se ni como ni cuando sucedera, Pero al leer que Ubud significa hierba curativa, se, en ese lugar mas alla de la logica, que es aquí a donde habria de llegar.
Mis dias en Ubud pasan entre flores, sonrisas tiernas, campos de arroz y horas y horas de recibir. Nada que mostrar, nada que enseñar, nada que demostrar, solo RECIBIR..esta es mi sanación. El equilibrio.
Recibo del curso que vine a hacer, como recibo de las personas que aquí habitan, con sus miradas abiertas, sus sonrisas abiertas y sus preguntas abiertas…
Recibo de la luz, cálida, de este clima caliente y humedo que siento tan mio, de los paisajes, de cada flor de las miles que salen a saludarme cada dia en los caminos, de los amaneceres, de todos los bichos que habitan fuera y dentro de casa y sus sonidos, de volver a ver las noches estrelladas, de la naturaleza frondosa, exuberantemente bella que me habita…
Recibo el aprender a que a veces enfadarse no vale nada y no lleva a nada, cuando tan anchos y con sonrisa“donde digueron digo dicen diego”, cuando la misma ensalada de ayer en el menu, hoy en el plato ni se le parece, cuando te das cuenta que el oficinista de correos te la esta metiendo y con una sonrisa le dices, no, “excuse me”, son 15 euros menos, y tan feliz te contesta “ ah yeees” o cuando la camarera insiste que la sopa no es picante, pero tu lengua ardiente no opina lo mismo….
Asi recibo el don de aprender que es mejor respirar hondo y espolvorear con humor tantos los momentos cuando las cosas no son “como debieran”, lo que “tienen que ser” o lo que uno espera…. Que las cosas son hoy como son…y es mejor no tomarme todo tan en serio.
Recibo amor, calor, pertenencia, apoyo en mi camino desde distintas manos de profesores y compañeros.
Recibo…equilibrio
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ME SUMERJO
Me sumerjo. Un nuevo paraiso se despliega ante mis ojos. El avismo azul, lleno de vida.
Colores brillantes vistiendo a peces de todas las formas y tamaños, que corretean, picotean, y parecen jugar unos con otros infinitamente.
Colores blandos que se dejan mecer en la corriente invisible, al mismo ritmo que se mecen las plantas a las que tiñen.
Colores densos, dando quietud a los corales, decorando el suelo con un tapiz de formas y geometrias interminable.
Todo juega, todo baila bajo el mar.
La luz del sol recorre otros caminos que arriba en tierra y se dibuja en finas lineas que se mueven incesantes, cubriendolo todo, acariciandolo todo, resaltando ahora aquí y ahora alla, meciendo como mece el mar.
Veo el mar con otros ojos. Lo recuerdo mientras me arropa, como lo veia hasta ahora: como olas en juego, como abrazo veraniego con la cabeza fuera, como vestido que encontro la muerte para un ser querido…pero ahora sera todo eso y mas.
El mar no es el mismo. Ahora se que hay otro mundo bajo el mar.
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