
Leo en "Le journal-cafe vistro" esperando a mi anfitriona. No no estoy en Paris, aunque pueda parecerlo, y si lo pensais, no me extraña, porque casi ni yo me puedo seguir la pista . Este lugar lleno de libros color viejo y frases en las paredes que inician cuentos, me llena de sensacion de tiempo detenido, que debe ser lo que mi alma necesita, porque fueron mis pies y no mi mente, los que me trajeron aqui sin dudarlo.Me siento como cuando jugaba a la gallinita ciega, y los demas niños se entusiasmaban dandote vueltas, y al abrir los ojos no sabias si era delante, atras, arriba o abajo. 14 aviones en dos meses le hacen perder la orientación a cualquiera por mucho barrio sesamo que haya visto de pequeña.Hace sol en Galway, y es sin duda un lugar hermoso, y mas cuando se desvanece el gris perpetuo que siempre le acompaña. Aunque estas visitas fugaces solo den para meterte un sorbito pequeño del lugar en el cuerpo.Irlanda , en medio de este extraño mareillo, me parece una hermana de galicia, solo que mas ordenada, mas gris y con un cielo al que parece le crecio el horizonte. Cada vez que estoy aqui me prometo que sera la proxima vez la que venga con tiempo de conocer acantilados vecinos, montañas unicas donde solo crece hierba y las zonas reconditas y ancladas en algun pasado, que dicen hay aqui cerca. Pero cada vez, la proxima vez viene y se va de nuevo corriendo, sin casi dormir haciendo a codazos un pequeño parentesis en la enmarañada vida cotidiana.Ya me estoy llendo, y me llevo una nueva amiga, con un rostro y un alma mas abierto que los cielos que nos han regalado estos dias, un grupo de alumnos llenos de ilusiones y promesas de una vuelta en pleno frio

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