ENTRE EL MIEDO Y LA INGENUIDAD: ¿DONDE ESTA MI INTUICIÓN?
Pase mucho años en el miedo y la desconfianza. Antes infancia ingenua y soñadora.
De la ceguera al bloqueo.
Ahora quería dejar a un lado mis miedos y aprender de nuevo a confiar.
Dejar de estar limitada por ellos, dejar de estar cerrada a las posibilidades de la vida.
Dejar atrás el pasado, perdonar y permitirme, regalarme el confiar en otro ser.
Ha sido muy hermoso abrir mi corazón y reconocerme tan capaz de amar,
sentirme tan cerca de alguien, tan abierta, tan permeable.
Pero al igual que un péndulo, que al volver de un extremo va hacia el otro por su propia inercia, hasta que poco a poco va encontrando un lugar medio de quietud y equilibrio, me fui al extremo contrario, pecando de ingenua y hasta temeraria.
Cada palabra de alerta de mi interior, le puse el nombre de miedos. Los mire, los reconocí, los respire, los hable, buscando sanarlos.
Pero tachándolos de viejos bloqueos, no los escuche.
Perdí, desde el otro extremo, la escucha interior, de esa parte tan sabia.
No quise ver que las cosas llevan su tiempo, que a volar se aprende volando, que los frutos llegan cuando se ha regado. Que los hechos valen mas que las palabras.
Supongo que iré encontrando el equilibrio, y reencontrare mi intuición.
En algún lugar entre un extremo y otro.

De la ceguera al bloqueo.
Ahora quería dejar a un lado mis miedos y aprender de nuevo a confiar.
Dejar de estar limitada por ellos, dejar de estar cerrada a las posibilidades de la vida.
Dejar atrás el pasado, perdonar y permitirme, regalarme el confiar en otro ser.
Ha sido muy hermoso abrir mi corazón y reconocerme tan capaz de amar,
sentirme tan cerca de alguien, tan abierta, tan permeable.
Pero al igual que un péndulo, que al volver de un extremo va hacia el otro por su propia inercia, hasta que poco a poco va encontrando un lugar medio de quietud y equilibrio, me fui al extremo contrario, pecando de ingenua y hasta temeraria.
Cada palabra de alerta de mi interior, le puse el nombre de miedos. Los mire, los reconocí, los respire, los hable, buscando sanarlos.
Pero tachándolos de viejos bloqueos, no los escuche.
Perdí, desde el otro extremo, la escucha interior, de esa parte tan sabia.
No quise ver que las cosas llevan su tiempo, que a volar se aprende volando, que los frutos llegan cuando se ha regado. Que los hechos valen mas que las palabras.
Supongo que iré encontrando el equilibrio, y reencontrare mi intuición.
En algún lugar entre un extremo y otro.
2 comentarios:
Es tan fácil verlo todo claro a posteriori y tan difícil no hacer lo que tú hiciste, confundir tu intuición, lo que te sale de dentro, con viejos miedos, que también salen de dentro.
No es fácil diferenciarlos, especialmente cuando quieres amar como amaste tú, hermana.
Te deseo todo lo mejor en ese vaje al encuentro del punto medio
Las cosas que nos ocurren y dejan huella no son gratuitas, aunque no podamos descubrirlas cuando andamos con las manos en la harina. Tú intuición está en ti igual que estaba, pero la clarividencia cariño.... eso es otra cosa... Nada está mal en ti. Te quiero
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