9.4.09


Llego a aquel mismo lugar,
siguiendo mis pasos por caminos claros, pero invisibles a los ojos .

Algo me guía sin palabras, pensamientos o razones.
Me encanta esta sensación de caminar, sin decidir,
sin saber el porque .
Me dejo guiar.

Nada tiene tiempo,
los lugares se superponen,
y de pronto me muevo en la realidad invisible,
que convive paralela a la que vemos con los ojos,
la que solo intuyes y ves, de vez en cuando,
cuando todo conjura para que te des cuenta.

Me dejo llevar, sin miedo,
a un lugar donde todo se mezcla y se vuelve de un extraño y cálido tono desleído.
Superpuestos los días, recuerdos, sensaciones viejas fundidas
solo escucho el eco de su mezcla ,
y distingo incluso aquellas que en su momento no quise saber que sentía.

Me siento sin saber a que he venido. Observo. Tengo la sensación de que va a suceder algo. Espero. Respiro. Siento el sol en la espalda. Aparentemente no pasa nada.

Los muros, ventanas y ascensores acristalados,
observan hoy sigilosos.
Aquí empezaste a irte tu también, sigiloso.
Caminando hacia atrás caminos prometidos,
que tu mismo habías dibujado para nosotros.
Y entre tanto sigilo yo no quise saberlo.
Hoy los mismos muros, la misma plaza,
son también testigos mudos de nuestro encuentro.

Estoy llena de presentimientos. Espero. Respiro. Siento el sol en la cara.
Las palabras sin voz me hablan. No se que va a pasar.
La plaza esta llena. Parezco una turista mas.
Aparentemente no pasa nada.

Nadie nota que me sube efervescente una sonrisa a la cara.
De pronto entiendo.
Se que he vuelto aquí a despedirme.

Lo se, cada célula de mi cuerpo vibra, sabe,
con ese saber que escapa y tantas veces, como esta, contradice
a los argumentos, explicaciones y creencias.
Yo creía que hacia tiempo te había despedido.

Quieta. Respiro. Siento el sol en el alma.
No puedo verte pero se que estas ahí.
No se como ha pasado. No se porque hoy, aquí o ahora. Pero los porqués no importan.

Sin palabras me despido. Me siento llena de amor.
Solo hay perdón en mi.
Te abrazo sin brazos.
Siento enorme la gratitud por lo vivido.
Te deseo lo mejor desde lo mas profundo.
Sin fisuras. Deseo que seas feliz.
Hasta siempre...

Celebro la despedida que merecíamos y no pudimos darnos.
Siento gratitud por lo que hasta aquí me ha guiado. Me siento en paz muy adentro.

Como una turista mas, me levanto y camino con la maletita rodando a mi lado.
El ruido de los ruedines me va trayendo de vuelta al otro lado.
Madrid y mis alumnos me esperan. Sonrio. Me encantan estos rituales.
Inesperados.
Invisibles.
Sigilosos.

4 comentarios:

ana p. dijo...

Que bueno cariño. Cuanta intensidad, sinceridad, cuanto aprendido... Te mando una sonrisa con agua y sol, como el tiempo primaveral desde el que te echo de menos.

Meiga en Alaska dijo...

No deja de admirarme tu energía. Constantemente. Eres única, hermanita pequeña :)
Te quiero

Anxeles Ramos Vázquez dijo...

Qué bonito Chío, emocioneime, puxéronseme os pelos de punta....esas sensacións son máxicas e as túas palabras sintoas como si brotaran soas, son tan fermosas.
Querida Chío, Chío linda, aínda que as veces desaparezo, volvo e desaparezo, eu quérote, quérote moito mi Chío.

Anxeles Ramos Vázquez dijo...

Ola Chío,
andiven buscando para ir esta ponte a verte, pero imposible, maís imposible, pero te prometo, PROMETOCHE, que en maio vou a verte, dime qué findes tes libres, bom, mais ou menos, que estas en Barcelona, muitos muitos bicasos