24.1.08


Dejo mojar mis pies descalzos, cuando me llueve el alma.

Camino hacia atrás el camino, dibujando con la yema de los dedos los surcos de las caracolas que llegan a tu ombligo, a mi ombligo.

Dejo un beso en el surco de tus labios, donde nacen las sonrisas.

Coloco cebos para peces invisibles.

Peino unas pocas nubes.

Cuando mis pies estan secos y ha escampado, te miro y sonrio.

El agua crecio más besos en el surco de tus labios.

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