26.8.08


ESFUERZO Y RENDICIÓN
Confieso que ambas palabras que conforman el titulo de este post, tienen en castellano una cierta connotación no muy positiva para mi. Como me pasa a veces, las mismas palabras, en ingles me resultan mucho mas gratas. Effort and surrender. Quizás es porque en castellano van asociadas a aprendizajes morales y religiosos, que en absoluto relaciono con la alegría de vivir y crecer, y en cambio en ingles las he aprendido en el contexto del yoga y el crecimiento personal.
El equilibrio entre estas dos fuerzas, actitudes o energías, es una de las cosas que practicas mientras haces yoga, tan útiles al aplicarlas a la vida. En las posturas de yoga es necesario que haya acción y a la vez relajación. La primera sin la segunda lleva a la tensión y a la rigidez. La segunda sin la primera lleva al colapso. En ninguno de los dos casos la energía fluye por el cuerpo.
Igual que en la vida, cualquiera de ellas sin la otra nos lleva a un lugar de estancamiento.
La parte activa, el esfuerzo, tiene que ver con la concentración, el estar enfocado, mantener la energía en una dirección, lo que requiere de claridad, por un lado, y constancia y disciplina por otro.
Esta parte tan necesaria para crear, para que los proyectos crezcan, para que lo importante y prioritario en nuestras vidas reciba la energía necesaria para florecer, puede convertirse en necesidad excesiva de control, en rigidez, e incluso en cierta ceguera y prepotencia, si no va acompañada de una buena dosis de rendición.
La parte pasiva, la rendición, tiene que ver desde este prisma positivo con la aceptación, con el soltar, con el confiar en la vida. Es dejar que la vida nos sorprenda, abrirnos a las cosas que vienen en formas inesperadas, tener la humildad de aceptar los aprendizajes de las cosas que no salen como proyectamos, no resistirnos a la vida.
Esta parte tan necesaria para fluir en la vida, se puede convertir, si no se complementa con esfuerzo y foco, en pasotismo y despropósito, en perdernos a nosotros mismos.
El esfuerzo es la parte relacionada con reconocer el poder que tenemos de crear nuestras propias vidas y realidades. La rendición tiene que ver con reconocer también que nos somos tan grandes ni tan poderosos, y que somos una minúscula parte de algo mucho mas grande .
Cuando damos espacio para ambos elementos en nuestra vida, esta se convierte en algo mágico y asombroso.
Recogemos muchos frutos, los que hemos plantado, y los que la vida nos regala .

4 comentarios:

Anxeles Ramos Vázquez dijo...

Qué bonito Chío, y qué sabio! si,si, siento que es así, que es un poco de ambas cosas. Para mi lo difícil a veces es saber dónde está el límite entre una cosa y otra, quiero decir, a partir de dónde me rindo? hasta dónde puedo llegar. Los tan y tan y tan necesarios límites sanos, no el miedo. Trabajo en este ejercicio en los ultimos años y voy aprendiendo poquito a poco, creo que ahí está la clave!
Muchos besos linda, quiero decirte que TE QUIERO y que no sabes que contenta estoy de que estés aquí. De verte tan bien, sabia, linda, abierta, madura, tierna. Te voy a echar mucho de menos cuando te vayas. Me encanta estar contigo.
También quiero compartir contigo un blog que me he animado a abrir después de hablarlo contigo y que además creo que está, como yo, muy cercano a tus sensaciones y sentimientos de los ultimos días, cosas que hemos hablado...
MIl BESOS linda, y ya sabes, estoy contigo.

Marinha de Allegue dijo...

Este post é unha lección maxistral...

Beijinhossss chula.
:)

*Xa voltei, chámote.

Meiga en Alaska dijo...

Hola miña rula:

Lo qeu escribes precisamente en el día de mi cumpleaños es parte de mi lección en estos momentos... y en tantos otros, pero en este especialmente. Como siempre, eres sabia y lo plasmas en tus letras.

Me encanta tu "cambio de look" bloguero, tu nuevo título, y sobre todo me ha encantado ver la de vueltas que has dado por Galicia, la de conciertos que has visto, y asumo que lo bien que lo estás pasando.

Te quiero mucho, hermana.

irene dijo...

Gracias por tu saber compartido Chío...
muchas gracias de verdad.
Besos y abrazos y parece que hasta muy pronto!